El buen tiempo de Málaga permite disfrutar de cualquier actividad al aire libre en todas las estaciones. Nuestro clima es mediterráneo con otoños e inviernos suaves. Málaga cuenta con un promedio de 300 días de sol y sólo 50 días con precipitaciones durante todo el año. Su ubicación en la Costa del Sol hace de Málaga un lugar perfecto para ser visitado y disfrutado durante todo el año.
Con un aoferta cultural incomparable. Una oferta gastronómica única y unos atardeceres de película, Málaga te invita a disfrutar de todo su esplendor y potencial también en Otoño e invierno.
Fondos Marinos de Maro, Málaga en 360º. Desplaza la pantalla a izquierda y derecha para disfrutar de esta REFRESCANTE experiencia. :-)
Disfruta de nuestra idílica ciudad y de este relajante paseo que se inicia en la Playa de la Malagueta en dirección al Centro de Málaga.
Hay vida después de la Feria de Málaga. Y también después del Verano … Y es que con cerca de 3.000 horas de luz solar de media al año, Málaga se disfruta en cualquier época y en cualquier estación del año.
El clima perfecto no existe, ó si? — Un buen clima proporciona una condiciones idóneas para alcanzar el desarrollo físico, mental y emocional. Para ello se necesita una temperatura que ronde los 20 grados, una humedad en torno al 50% y la mayor cantidad de horas de sol posibles.
Según un estudio realizado por la agencia Estatal de Metereologia, AEMET, en su guía resumida del clima en España, Málaga, es la ciudad Española donde más horas luce el sol. Y que sol! La Costa del Sol cuenta con una media de 2.905 horas de sol, según indica la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en su «Guía resumida del clima en España 1981-2010». Las Islas Canarias le siguen de cerca con 2.822 horas anuales.
Pero esto no es todo porque no solo de Sol vive el Hombre. En Málaga disfrutamos además de unas condiciones de humedad y temperaturas suaves que hacen que sea maravilloso disfrutar de este destino durante todo el año. El principal factor diferenciador, dicen desde la AEMET, es el Mar de Alborán que regula y actúa como climatizador y termorregulador. Acción que deriva en la temperatura y humedad relativa media que disfrutamos y que tanto nos gusta. El mar trabaja con efecto regulador en las zonas de costa y ayuda a suavizar el calor y también las temperaturas frías al llegar el invierno. «Enfriar el mar en invierno es muy difícil y esa es la principal diferencia entre las zonas de costa e interior».
Málaga es un Paraíso para vivir o disfrutar todo el año. Ven y compruébalo!
Tras una larga historia de olvido, la Málaga del siglo XXI ha comenzado el milenio abriéndose hacia el Mar Mediterráneo, que siempre fue el que le dio sentido como urbe.
LA HISTORIA CON MAYÚSCULAS SE ASOMA A LA GRAN SENDA MÁLAGA.
Cuevas de interés arqueológico, poblados fenicios, villas y factorías romanas, alquerías árabes, torres atalayas medievales, fuertes dieciochescos y canteras y caminos milenarios.
El GR-249 ofrece en esta primera etapa la posibilidad de recorrer prácticamente toda la franja litoral de la capital.
UNA NATURALEZA PRIVILEGIADA ENPLENA URBE.
La existencia de los roquedos y acantilados costeros y de las numerosas desembocaduras de las ramblas conforma un mosaico natural que, a pesar de las lógicas alteraciones debido a la cercanía de la capital, aún mantiene una biodiversidad sorprendente. El sendero pasa en pocos metros de zonas muy urbanizadas o directamente industrializadas a otras donde la accesibilidad se reduce drásticamente, verdaderos enclaves privilegiados para refugio de los seres vivos. Durante el recorrido se cruza por uno de los hábitats adecuados para el camaleón común, mientras que las playas y acantilados son visitados por numerosas aves marinas y limícolas. El quebrado paisaje propicia que prospere fuera del alcance un buen elenco de plantas adaptadas a la influencia del mar, algunas de ellas de distribución muy restringida.
Paraje natural situado en la Costa Oriental de Málaga, en el municipio de Nerja. Ofrece un paisaje abrupto en el que las pequeñas calas alternan con los acantilados y las áreas de cultivo. Déjate sorprender por abruptos y espectaculares acantilados, de hasta 75 m de desnivel, entre los que se intercalan bellas playas y pequeñas calas, fruto de la erosión y regresión marina sobre las últimas estribaciones de la Sierra de Almijara.
Los Acantilados de Maro-Cerro son todo un espectáculo de la Naturaleza. En los días claros, al asomarse a uno de sus miradores, se puede contemplar la costa de África y disfrutar con las impresionantes vistas que ofrecen.
El Paraje Natural Acantilados de Maro-Cerro Gordo forma una estrecha franja paralela a la costa, que tiene doce kilómetros de ancho y penetra una milla en el interior del mar.
Saliendo desde Málaga por la N-340 en dirección a Almuñécar hay que ir en dirección a la Torre de la Marquesa o Torre de Maro, para ir a pie y ver el espectáculo natural de los acantilados.
Retomando la carretera en la misma dirección se ve como la Sierra Almijara se adentra en el mar: impresionantes acantilados y preciosas calas dan forma al paisaje.
Continuando se llega al desvío de Cerro Gordo desde el que se contemplan las mejores vistas de los acantilados y la costa malagueña.
La Fauna marina aquí es espectacular. Es una muestra de la riqueza y diversidad del espacio y con tan solo un equipo básico de snorkleing encontraremos invertebrados -esponjas, corales, anémonas, equinodermos y moluscos- y crustáceos -camarones, centollos e incluso langostas.
De especial importancia son la existencia de importantes poblaciones de coral naranja, que es una especie Catalogada como Vulnerable a la Extinción. En cuanto a los peces, son abundantes los torillos y los blénidos, la morena con formas serpentiformes y el mero; todos ellos resultado de la gran variedad de hábitats.
PRINCIPALES CALAS Y PLAYAS DEL PARAJE NATURAL ACANTILADOS DE MARO Y CERRO GORDO.
PLAYA DE MARO
Esta playa es bastante más concurrida que las demás debido a su fácil acceso en coche, lo que no le quita para nada encanto. En este caso se trata de una franja de arena de 500 metros que surge entre cultivos, cañaverales, acantilados y su característica agua cristalina. Al contrario que las anteriores la Cala de Maro dispone de restaurante, quiosco de alquiler de tumbonas y aparcamientos.
Para llegar coge la N-340, y toma la salida de Maro, atraviesa el pueblo y cuando llegues a la primera rotonda coge la primera salida a la derecha.
CALA BARRANCO DE MARO
Esta minúscula cala de tan solo 20 metros de longitud supone un auténtico escondite para aquellos que buscan intimidad total. Lo importante en este caso es llegar primero y ‘hacerse’ con el lugar, aunque por lo recóndito de su ubicación y su difícil acceso no encontrarán mucha competencia. Este oasis de paz se encuentra en la desembocadura del Barranco de Maro, protegido por un espeso cañaveral y bañado por aguas cristalinas que moldean los cantos rodados de su arena. Puedes acceder a esta calita pasado el kilómetro 294 de la N-340 dirección Nerja Almería, a unos 300 metros justo antes de una curva donde debes desviarte a la izquierda antes de pasar por el puente y bajando un carril en muy malas condiciones (solo accesible en vehículos 4×4) que desciende por el Barranco de Maro. Al llegar a una pequeña caseta el camino se transforma en un sendero en el que llegaremos a pie durante casi un kilómetro a este pequeño trozo de playa.
PLAYA MOLINO DE PAPEL
Antes de seguir nuestra ruta dirección Granada a través de las playas de Nerja, podemos hacer una parada para observar las magníficas vistas que ofrece la Torre de Maro, una atalaya construida en el siglo XVI, utilizada para divisar al enemigo y proteger el territorio de los piratas. El acceso está señalizado en el kilómetro 297 de la N-340, a continuación y pasados unos 300 metros el km 298 a la derecha encontramos la siguiente cala, Molino de Papel. Esta playa tiene una historia especial, en su día albergó una fábrica de papel de la que hoy se conservan sus ruinas y que confieren al entorno cierto aire místico. Se puede acceder en coche, aunque es aconsejable bajar andando cuando se acaba el asfalto.
LA CALETA DE MARO
La Caleta de Maro es conocida por muchos como ‘Cala Chica’, nombre inventado que le dieron los guionistas de la mítica serie española ‘Verano Azul’, ya que aquí se rodaron muchos de los capítulos de la pandilla de ‘Chanquete’. Esta playa es la siguiente a la cala del Barranco de Maro y al igual que ésta también es de difícil acceso, lo que hace que tenga baja ocupación. Es más arenosa que la anterior y tiene una longitud de 400 metros al cobijo de los cañaverales que la recorren y que le otorgan un verdadero encanto salvaje, donde conviven nudistas y textiles.
PLAYA DE CANTARRIJÁN
Ya en la costa tropical granadina, nos encontramos ante la última playa del Paraje Natural de Maro – Cerro Gordo, Cantarriján. Al igual que la anterior, durante la temporada alta un microbús se encarga de bajar a los bañistas hasta la cala, durante el resto del año se puede acceder en coche. La playa de Cantarriján es otra de las más concurridas de este paraje, está dividida en dos, una primera cala más pequeña con dos chiringuitos donde se puede degustar un pescado espectacular y zona de hamacas; y otra más salvaje y extensa donde los nudistas encuentran uno de sus enclaves favoritos.
CALAS DEL PINO
Esta dos calas son más bien arenosas y aunque separadas por rocas se puede pasar a pie de una a otra. Tienen una longitud de 350 metros y 10 metros de ancho. Son dos calas arenosas de medianas proporciones situadas entre la Playa de las Alberquillas y la Torre del Pino. Aunque separadas por rocas desprendidas, se puede pasar tranquilamente de una a otra a pie. Para acceder se puede dejar el coche en una de las curvas de la antigua carretera nacional 340, a las que se accede pasado el kilómetro 299. A partir de ahí un empinado sendero baja hasta la playa.
PLAYA DE LAS ALBERQUILLAS
Está unida con la playa del Molino de Papel a través de lo que queda de la torre vigía del Río de la Miel. Se trata de una cala bastante más amplia, con más arena y 400 metros de longitud. Al igual que el resto de calas de la zona está rodeada de un entorno natural que le confiere una impresionante belleza, y que hace que esta zona no solo se disfrute en verano, si no que existen múltiples rutas de senderismo para hacer durante la temporada de invierno.
CALA EL CAÑUELO
El Cañuelo es una de las playas más queridas por los locales, se podría decir que es la joya de la corona de Maro y la última de Málaga. Se trata de una cala bastante grande, donde las rocas han conformado un paisaje único que enamora. Pero no solo lo que se ve a simple vista sorprende a los bañistas, bajo el mar espera un fondo marino habitado por multitud de peces, con praderas de posidonia, corales y esponjas, ideal para los amantes del snorkel (una paraíso bajo del mar que comparte con toda esta zona marítima).
Para acceder, debemos continuar por la nacional 340, después de las Calas del Pino, veremos la señalización clara hacia El Cañuelo, donde hay una zona de aparcamientos. Allí dejaremos el coche para bajar hasta la playa en un microbús que funciona desde junio hasta septiembre. Existen dos merenderos bastante integrados con el entorno, el chiringuito ‘Las Piedras’ y ‘La Inopia’, en los que se puede disfrutar de unos atardeceres espectaculares hacia Nerja.